En principio en esta práctica se pretendía buscar dos o tres fotos que ejemplificaran cada una de las siete reglas de la composición. Con esta idea en la cabeza cogí mi cámara y me fui una tarde de domingo a pasear por la taconera y la calle Mayor de el Casco Viejo de Pamplona. Creo recordar que fue concretamente el domingo en el que tuvimos que adelantar los relojes una hora. De ahí que a las seis de la tarde pareciese que fueran las ocho de la noche.
Pues bien, empecé a tomar fotos y tengo que reconocer que me resultó dificilísimo guiarme por una única regla de composición a la hora de tomar un fotografía. Al final decidí mirar por el objetivo y así, viendo la realidad a través de éste, guiarme por ver qué reglas podía utilizar en ese instante para sacar un foto con una composición correcta. Es éste el motivo por el que en mi post no existe división entre fotos “sencillas”, de “líneas”, con “reglas de los tercios”, etc. Más bien intente cumplirlas en el caso de que en esa foto se diera una o varias de estas reglas a la vez.
Creo que esta práctica ha sido con la que más he aprendido de todas las que hemos hecho hasta ahora. Sobre todo porque he adquirido un poco de mirada de fotógrafo. El hecho de saber estas reglas creo que te obliga a buscar composiciones antes de ponerte la cámara en los ojos. Ahora lo que falta es práctica para conseguir que este hábito se pueda hacer en segundos. Así evitaremos perder una fotografía atractiva.